Buscar en este blog

Páginas de este blog

martes, 27 de abril de 2010

La alimentación hasta los 12 meses


Bebé de 0 a 5 meses

Ventajas de la lactancia materna

El mejor alimento que puede recibir el niño es la leche materna. Es el alimento más completo, se presenta siempre en las condiciones óptimas, le protegerá de infecciones yalergias y, además, es económicoTodos los pediatras del mundo durante todos los tiempos así como entidades tan prestigiosas como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o UNICEF promueven la lactancia natural en todos sus comunicados. La leche materna contiene los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas para cada etapa del bebé.
Después del nacimiento el pecho segrega el calostro, que es un líquido amarillento,translúcido con alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales. La organización Mundial de la Salud lo define como “Alimento natural al tiempo que medicina”. Es un líquido tan concentrado que es suficiente con una cantidad muy pequeña para cubrir las necesidades del recién nacido. Su bajo contenido en grasa facilita su digestión y cumple una función laxante que permite eliminar el meconio, las heces que se forman en el intestino del bebé durante la gestación. Pero su característica más importante es que tiene leucocitos y anticuerpos que protegerán al bebé de posibles infecciones intestinales y respiratorias hasta que esté formado su sistema inmunológico.Pasados tres o cuatro días aparece la leche de transición y después la leche madura que contiene los ingredientes necesarios y en las cantidades correctas para convertirse en la principal fuente de nutrientes durante los primeros 4 a 6 meses de vida del niño.

1.Es más fácil de digerir. Las proteínas presentes en la leche materna son fundamentalmente suero fácilmente digerible. Lo mismo ocurre con los hidratos de carbono (lactosa) y las grasas presentes en la misma.

2.La leche está siempre fresca y a temperatura adecuada. Si la madre está sana y cuida y limpia sus glándulas mamarias, el alimento llega al bebé sin posibilidad de que haya contaminación externa. Podemos decir que va del productor al consumidor directamente, estando disponible en cualquier momento y a cualquier hora.

3.La leche materna contiene anticuerpos que protegen al bebé. El calostro y la leche materna contienen anticuerpos que ayudan al bebé a luchar contra las enfermedades comunes de la infancia y a recuperarse de ellas mejor. De hecho, los bebés alimentados al pecho tienen menos otitis, diarreas y enfermedades alérgicas.La leche materna se adapta a los cambios de tu bebé.
El milagro de la leche materna es que cambia en función de las necesidades nutricionales del bebé. Desde el calostro (rico en proteínas, vitaminas y minerales) hasta leche con mayor contenido en grasas que favorece el crecimiento y la ganancia de peso, cuándo el bebé tiene más de 4 meses. Su composición también va variando ligeramente a lo largo de la toma. Al principio es ligera y al final más cremosa y grasa. lo que hace que el bebé al principio sacie su sed y al final su apetito. Por eso es importante que se vacíe el pecho totalmente antes de ponerle al otro.
La lactancia natural crea unos lazos especiales entre la madre y su bebé. Durante la lactancia, el bebé se encuentra muy cerca de la madre y es ese contacto físico el que le está satisfaciendo sus necesidades nutricionales. El lazo afectivo madre hijo tiene en este momento su máxima expresión. La lactancia materna no tienen coste alguno frente al gasto que supone la lactancia artificial.

4.La lactancia natural ayuda a la madre a recuperarse. La lactancia estimula las hormonas femeninas que actúan en la recuperación de los tejidos y de las funciones del organismo. Además, amamantar quema calorías lo que ayuda a recuperar el peso ideal. La lactancia materna no tienen coste alguno. Frente al gasto que supone la lactancia artificial.

La lactancia mixta

Después de unos meses de dar el pecho, hay madres que optan por una alimentaciónmixta. Muchas veces los condicionantes sociales como el trabajo, obligan a recurrir al biberón en alguna de las tomas diarias.
Tu bebé puede recibir los beneficios de la lactancia maternal a pesar de que tengas que trabajar. La lactancia mixta es mejor que sólo dar el biberón, y en la mayoría de los casos puedes mantener las tomas de la noche y de la mañana.
Hay que tener en cuenta que mantener una lactancia mixta no siempre es fácil porque al bajar la succión, suele bajar la producción de leche y, en ocasiones, desaparece. Para evitarlo conviene extraer la leche de las tomas que son sustituidas por el biberón. En la sección de lactancia con leches de fórmula te indicamos las pautas a seguir en la elección de la leche de fórmula y la preparación y cuidados del biberón.

1.Composición de la leche materna. Es el alimento más completo que puede tomar un bebé, porque su composición se va adaptando a las necesidades de cada etapa y además incorpora anticuerpos que inmunizan al bebé de las enfermedades. Se compone de los siguientes elementos:
Proteínas, de las cuales 60% es suero y 40% es caseína.
Grasas, mayoritariamente ácidos grasos esenciales necesarios para el
funcionamiento correcto del organismo.
Hidratos de carbono, en forma de lactosa, glucosa y galactosa.
Sales minerales; calcio, fósforo, sodio, magnesio, potasio y hierro.
Vitaminas; la leche materna contiene todas las necesarias para el bebé.

La alimentación con biberón

La leche materna cubre todas las necesidades de alimentación durante los primeros seis meses. La Organización Mundial de la Salud afirma que la lactancia materna es el mejor alimento que puedes dar. De hecho, muchas de las sustancias presentes en la leche materna no han podido reproducirse en el laboratorio, entre ellas, los anticuerpos, las defensas de nuestro organismo. Pero por diferentes motivos, algunas mujeres tienen que alimentar a sus hijos con biberón desde el nacimiento. El pediatra recomendará las leches de inicio y resolverá todas tus dudas sobre la lactancia artificial. Gracias a los avances en la tecnología, las leches de inicio son una opción con todas las garantías para alimentar perfectamente a tu bebé. La investigación y desarrollo de estos productos, así como los laboratorios que los fabrican, tiene una dilatada experiencia.

1.La esterilización del biberón. Las infecciones en los bebés siguen siendo uno de los problemas de salud más frecuentes. La mayoría se deben a gérmenes que invaden la mucosa digestiva. Por ello, la higiene de los alimentos y la esterilización de todo lo que está en contacto con el bebé es fundamental para reducir al máximo el riesgo de infección. Antes de proceder a esterilizar, hay que lavar bien los biberones y las tetinas. Utiliza jabón lavavajillas y, para llegar bien al fondo del biberón, ayúdate de una escobilla especial. Es muy importante que no queden restos de leche en las tetinas, por lo que te recomendamos que las des la vuelta. El mismo cuidado has de tener con los chupetes. Conviene esterilizarlos al menos una vez al día y no dárselos al bebé si se han caído al suelo. Disponemos de varias formas para esterilizar los biberones y las tetinas:
Hervido
Colocar todos los biberones y accesorios en un cazo cubiertos de agua y hervir durante diez minutos, escurrirlos y mantenerlos tapados hasta su uso.
Método frío
Estos sistemas están especialmente diseñados para la comodidad de la madre. Consisten en un recipiente, donde se puede esterilizar todo el equipo de una sola vez, con agua a la que se añade un desinfectante en pastillas o en líquido.
Microondas
Los esterilizadores para el horno microondas permiten introducir todos los elementos juntos, con agua y en unos minutos se esteriliza todo el material.
Vapor
Son aparatos eléctricos que funcionan con vapor de agua. Los hay de varios tamaños y
formas y también pueden incluir en ellos todos los elementos.

2.¿Cuántos biberones debe tomar?. Los bebés alimentados con biberón suelen hacer menos tomas que los niños alimentados al pecho. La razón se encuentra en que las leches de inicio tienen más proteínas y calorías que la leche materna y, por tanto, los sacia más. Además, necesitan más tiempo para digerirla, por lo que las tomas se espaciarán en el tiempo. De nuevo, olvídate del reloj. Es posible que coma cada cuatro horas en vez de cada tres.
No le obligues a tomarse todo el biberón si lo rechaza y, si por el contrario, crees que se queda con hambre, consúltalo con tu pediatra. Posiblemente, ajustará las dosis. Un recién nacido tomará a los 5 o 6 días de vida aproximadamente 60 mililitros en cada toma, haciendo unas seis tomas al día cada cuatro horas. Cuando el bebé vaya creciendo se reducirán el número de tomas pero aumentará la cantidad.
Alimentando al bebé con biberón suele ser más sencillo que las tomas se espacien por la noche. Sin casi darte cuenta, pronto dormirá 6 u 8 horas seguidas. Esto es bueno para él, su sistema digestivo descansa y se produce una optima absorción de los alimentos. Y bueno para ti, pues descansarás y te recuperarás antes.

3.La alergia a la leche. Las alergias son cada vez más frecuentes y se producen cuándo el organismo reacciona exageradamente y de una forma anómala ante la presencia de determinadas sustancias como los ácaros, el polen, etc.
Las proteínas de leche de vaca son también sustancias alergénicas que pueden producir reacciones en el recién nacido. Las causas son desconocidas, pero se sabe que los antecedentes familiares tienen una influencia notable en su predisposición a la alergia. La debilidad del organismo del bebé le hace especialmente vulnerable ante la sustancia extraña capaz de provocar sensibilización, que más tarde puede dar lugar a la reacción alérgica. Si un bebé tiene predisposición alérgica conviene que se alimente el mayor tiempo posible con lactancia natural, pero si alguna razón lo impidiera, se recomienda utilizar leches de inicio con fórmula hipoalergénica (HA) u otro tipo de preparados especiales. En cualquier caso, será el pediatra quien recomendará el tipo de leche más adecuada.

Leches de inicio

Las leches de inicio (identificadas con el número 1) se elaboran a partir de leche de vaca, cuya formulación se modifica para adaptarla a las necesidades del lactante desde el nacimiento hasta los 5-6 meses de vida. La relación suero/caseína se iguala a la de la leche materna 60/40, además están enriquecidas con hierro. Su composición está estrictamente controlada y debe cumplir unos requisitos muy exigentes reflejados en directrices de la Comunidad Europea y normas del Ministerio de Sanidad.Existen una gran variedad de marcas y variedades de leches para lactantes, disponiblesen la farmacia o en los establecimientos de alimentación, que se presentan en polvo(normalmente en latas o en paquetes) o líquidas en Tetra Brik. Antes de decidirse por alguna, es necesario consultar siempre con el pediatra, quien te recomendará la fórmula más adecuada.

1.Cómo preparar el biberón. Una vez limpios los biberones y las tetinas, puedes preparar el biberón siguiendo estospasos. No olvides lavarte bien las manos antes de comenzar.
1- Ten preparada el agua hervida. Deja que hierva poco tiempo, nunca más de 10
minutos, y deja que se enfríe.
2- Vierte en el biberón la cantidad necesaria recomendada por el pediatra. Ni más -
podrías aguar el biberón-, ni menos pues concentraciones demasiado elevadas de leche
podrían provocar trastornos gastrointestinales. Si quieres, puedes preparar el agua para varios biberones y ponerlos en la nevera hasta la hora de la toma.
3- Añade la leche que te haya recomendado el pediatra para esa cantidad de agua
utilizando los cacitos que vienen en el bote, nunca los de otro. Debes rasar la cuchara (con otra o con el borde de la lata) y nunca comprimas la cantidad, pues estarías falseando ésta. No añadas una cantidad excesiva de leche en polvo al agua. Los biberones con exceso de polvo dan lugar a una leche hiperconcentrada que puede producir deshidrataciones hipertónicas graves. Siempre debes dar el biberón a una concentración del 13 por ciento.
4- Cierra el biberón con la tetina y la tapa y agítalo bien. Comprueba la temperatura de la leche vertiendo unas pocas gotas en la muñeca. No debes notar calor ni frío.

2.Tipos de leche de inicio. Las reglamentaciones europeas y los continuos avances científicos en el área de la nutrición han permitido que se puedan elaborar leches de inicio que imitan la composición de la leche materna. Todas las leches de inicio tienen cualidades incuestionables:
calidad rigurosamente comprobada composición constante perfecta digestibilidad. Los fabricantes de leches de inicio ponen a disposición de los pediatras una amplia gama de marcas y variedades para satisfacer las necesidades particulares de cada bebé. A continuación te describimos algunos tipos de leches de inicio:
Leches de inicio
Son las leches indicadas para los lactantes sanos e imitan la composición de la leche materna, tanto en sus aspectos cualitativos como cuantitativos. Son alimentos completos y equilibrados que responden a las necesidades nutritivas del recién nacido durante los primeros meses de vida
Leches de inicio hipoalergénicas (HA)
Son preparados cuyas proteínas han sido sometidas a un tratamiento especial para reducir su alergenicidad, y están indicadas en los casos en que se ha observado algún tipo de intolerancia o reacción alérgica..
Leches de Inicio antiregurgitación (AR)
Se trata de preparados indicados para los bebés con regurgitaciones. En su composición se ha añadido un ingrediente (normalmente almidón o harina de garrofin) para que espesen y sea más difícil la regurgitación
Leches con proteínas de soja
Indicadas en casos de intolerancia o alergia a las proteínas de la leche de vaca.
Leches sin lactosa
Indicadas en casos de intolerancia o alergia a la lactosa.
Leches para prematuros o bebés de bajo peso
Con una composición adaptada a estos problemas

3.Cómo dar el biberón. Lo importante es que tanto la madre como el bebé estéis cómodos y relajados. Los estados de ansiedad y nerviosismo no son buenos. Hay que procurar relajarse y buscar un ambiente tranquilo y silencioso. Aunque no le estés dando de mamar y el contacto no sea tan directo, debes abrazar al bebé, hablarle mientras come, mimarle. Este contacto íntimo será imprescindible para su desarrollo:
Colocar el bebé en posición semitumbado, procurando que su cabeza repose en el doblez del codo y la espalda en tu antebrazo. No empujes la tetina del biberón, deja que él solo se acerque a la tetina. Si le caricias suavemente la carita, el reflejo de succión le hará volverse y buscarla. Inclina suavemente el biberón de manera que no le falte nunca leche, así impedirás que le entre aire. Pero no le tumbes demasiado para evitar que se atragante. Gira de vez en cuando el biberón o retirarle la tetina de la boca, para que no se peguen los lados de la tetina e impidan que fluya la leche. Si no se adapta a una tetina, no conviene que abras por tu cuenta. Es preferible que compres otra que le vaya mejor.

4.Los vómitos. Los bebés suelen vomitar la leche por dos razones: porque toman exceso de alimento y expulsan lo que les sobra o porque tienen algún problema digestivo. La diferencia se encuentra en la cantidad de vómito. Si se trata de una cantidad abundante y lo hace varias veces, debes consultar al pediatra ya que puede tratarse de algún problema digestivo. Si sólo vomita una cantidad pequeña, el pediatra puede recomendar un cambio de leche (una más espesa que evite las regurgitaciones) o que le mantengas incorporado y quieto durante unos minutos después de cada toma.


Bebé de 5 a 12 meses

cambios en la alimentación

La alimentación de tu bebé ahora que ya se va haciendo mayorcito y va superando las distintas etapas de su crecimiento, se va a convertir en una de las principales áreas de tu atención.
La leche es todavía el alimento principal en su dieta, pero deja de ser suficiente para cubrir sus necesidades nutritivas. Por esta razón se introducen poco a poco otros alimentos. En esta etapa debes seguir confiando a tu pediatra todo lo relativo a la alimentación de tu bebé. Él te dirá cuándo y cómo tienes que introducir cada alimento y las tomas diarias que debes darle. Recuerda que la leche materna continúa siendo, también a esta edad, el mejor alimento que le puedes dar, ya que su composición se adapta a las necesidades nutricionales según va creciendo.

1.Los cereales. Las papillas de cereales son una mezcla de harinas procedentes de granos de cereales (arroz, maíz, trigo, centeno, cebada, avena), raíces (tapioca) y semillas (soja) que han sido sometidos a un proceso de hidrólisis para facilitar su digestión. Son ricos en hidratos de carbono, proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales. Los preparados comerciales están además enriquecidos con vitaminas y minerales. Pueden introducirse a partir del cuarto mes, siguiendo las indicaciones del pediatra, que te recomendará comenzar con una harina sin gluten.

2.Cómo se preparan las papillas de cereales

En biberón
Prepara un biberón de leche como lo haces habitualmente y cuando esté caliente, añade las cucharadas de papilla de cereales que te haya indicado tu pediatra y agítalo bien. Revisa la tetina y comprueba que el agujero es el adecuado al espesor de la papilla, para evitar que se obture. Recuerda que has de probar la temperatura en el reverso de tu muñeca antes de darle el biberón.
En plato
Prepara la leche que habitualmente le des a tu bebé y añade lentamente la dosis de papilla mientras bates la mezcla con un tenedor, removiendo hasta conseguir el espesor adecuado y cuidando de que no se formen grumos. Las papillas de cereales líquidas en tetra-brick son productos listos para dar al bebé y resultan cómodas, fáciles de transportar y especialmente útiles para viajes o desplazamientos cortos fuera del domicilio.

3.Tipos de papillas

Cereales sin gluten
Están elaboradas con cereales que no contienen gluten. Pueden introducirse en la dieta del lactante después del 4º mes. Existen variedades que incorporan además, frutas deshidratadas o aroma de frutas.
Cereales con gluten
Se recomienda introducirlas en la dieta del bebé a partir del 9º mes. (texto suprimido)Existen muchas variedades en función del número de cereales que incluyan en su composición y los enriquecimientos o sabores que incorporen. Así, se pueden encontrar variedades como 8 cereales con miel, cereales y frutas, cereales con cacao, etc.
Con efecto bífidus
Son papillas de cereales con o sin gluten, a las que se han incorporado fructooligosacáridos, que son azúcares de origen vegetal que favorecen el desarrollo de bacterias beneficiosas para el equilibrio de la flora intestinal.Los fructo-oligosacáridos actúan además como reguladores del tránsito intestinal, y son de gran utilidad tanto en casos de diarrea como de estreñimiento.

Verduras

Están constituidas por azúcares (aunque en menor proporción que en las frutas), agua,
fibra, minerales (sobre todo magnesio y potasio), vitaminas, principalmente del grupo B, y un pequeño porcentaje de proteínas y lípidos. Pueden introducirse a partir de los seis meses, bien cocidas y trituradas.


1.Consejos para preparar el puré de verduras. No es aconsejable ofrecer mucha variedad de verduras durante el primer año. Es suficiente con que pruebe, progresivamente, patata, calabacín, zanahoria, puerro, acelga y judía verde. En el caso de estas dos últimas, se empieza ofreciendo primero el caldo, y más tarde se trituran junto con el resto de ingredientes. El nabo, la remolacha, el rábano y las espinacas son verduras ricas en nitritos que no deben ofrecerse hasta después del año, cuando el bebé es más capaz de metabolizar dichas sustancias. Tampoco deben darse las más flatulentas e indigestas: col, bróculi o coliflor. Al principio deberás triturar muy bien el puré, para que quede fino y pueda tragarlo sin dificultad. Recuerda que los bebés de esta edad no mastican los alimentos, sino que los tragan directamente, subiendo la lengua hasta el paladar superior y presionando el alimento hacia dentro. En torno a los siete meses puedes espesar el puré y sustituir la batidora por el pasapurés, para que se vaya acostumbrando a masticar.

El huevo

Es un alimento muy completo, constituido fudamentalmente por agua, proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos esenciales, vitaminas y hierro. Poseen gran capacidad alergénica, especialmente la clara, por lo que se aconseja introducir inicialmente la yema cocida a partir del noveno mes (en los niños con antecedentes familiares de alergia, a partir del año), y retrasar la administración de la clara hasta los 12 meses de edad. Se deben administrar cocidos para facilitar su digestión, disminuir el poder alergizante y reducir el riesgo de contaminación, ya que es un medio de cultivo para virus y bacterias.

La leche de continuación

Después de los 5 meses, la leche sigue siendo el alimento principal de la dieta de tu bebé y debe aportar, por lo menos, el 50% de las calorías diarias que necesita. La leche materna continúa siendo óptima hasta el primer año de vida, pero por distintas razones, la mayoría de los niños dejan de alimentarse con leche materna a las 16 semanas. Si te has incorporado al trabajo o debes ausentarte de casa y deseas seguir dándole de mamar, puedes sacarte leche y guardarla en la nevera (24 horas) o en el congelador (varias semanas) y administrársela en biberón. Si la lactancia materna no es posible, disponemos de las llamadas leches de continuación que son productos tecnológicamente muy avanzados, fabricados a partir de leche de vaca y cuya formulación ha sido modificada para parecerse al máximo a la leche de la mujer.
La leche de continuación se puede introducir a partir del quinto-sexto mes. El pediatra te recomendará que tipo de leche de continuación debes utilizar y no debes cambiarla sin consultar antes con él.

Pescado

Su contenido en nutrientes es similar al de la carne. El pescado está compuesto por proteínas de alto valor biológico, lípidos y pequeñas cantidades de vitaminas y minerales -sobre todo fósforo-. Según su contenido graso se clasifica en graso o azul -con alto contenido en grasa- y magro o blanco -bajo en grasa-. Lo característico es que posee ácidos grasos esenciales (omega 3) que ayudan a reducir el colesterol sanguíneo y previenen las enfermedades coronarias. El pescado se introduce a partir del noveno mes y a partir del año en caso de antecedentes familiares de alergia, pues se trata de un alimento potencialmente alergénico. Antes de esa edad no se debe dar al niño porque, además, puede contener sustancias potencialmente tóxicas, como el mercurio y el ácido bórico. Se comienza ofreciéndolo hervido y triturado junto con las verduras del puré del mediodía. Una vez que se comprueba que el niño lo tolera bien, puede darse para cenar, hervido y chafado con el tenedor junto a una patata cocida. Debes empezar por los pescados blancos, que al ser menos grasos se digieren mejor:
merluza, pescadilla, lenguado o gallo. Retira bien la piel y las espinas antes de
ofrecérselo al niño. Los pescados azules pueden darse a partir de los 2 años.

Cómo enseñar a comer

Puedes ayudar a tu bebé desde pequeño a aprender a comer adecuadamente siguiendo
estas sencillas reglas:
Dar una dieta variada.
No intentar dar mucha comida, es mejor que coma pequeñas cantidades varias veces al día.
Procurar seguir una disciplina de horarios y evita el picoteo entre horas.
Prescindir del azúcar, la sal, las especias y los alimentos grasientos.
Retrasar al máximo la introducción de golosinas, snacks como patatas fritas, bollería y pastelería porque aportan muchas calorías en forma de grasas sobre todo saturadas.

Carne


Aporta proteínas de alto valor biológico, minerales (especialmente hierro) y (t. s.) vitaminas del complejo B y ácidos grasos saturados. Se añaden a los purés después de la edad de seis meses de forma gradual. Se comienza con una cantidad pequeña -10-15 g/día-, que se aumenta progresivamente hasta dar 25-30 g/día al año de edad. Al principio se cuece y tritura junto con las verduras, y alrededor del año, cuando el bebé va aprendiendo a masticar, se corta con unas tijeras en pequeños trozos. Se recomienda comenzar con el pollo porque produce menos reacciones alérgicas y es más fácil de triturar, y posteriormente se introducen la ternera, vaca y cordero.
Las vísceras como el hígado destacan por su gran valor nutritivo -proteínas, vtaminas del complejo B, vitamina A y hierro-. Sin embargo no deben administrarse, porque en ellas quedan los restos de tóxicos y hormonas procedentes de la alimentación fraudulenta de los animales. Los sesos no son aconsejables por su alto contenido en grasas; además, su valor nutritivo es muy inferior al de la carne.
En cuanto al jamón de York, si es de buena calidad procede de la parte menos grasa del cerdo, por lo que su valor nutritivo, siempre que que no se hayan añadido otros
ingredientes -principalmente féculas, grasas y otras partes del cerdo en los de calidades bajas- es similar al de la carne de donde procede. Se puede dar a partir del año.

La introducción de los alimentos

El término alimentación complementaria se emplea para definir todo lo que el bebé puede tomar en su dieta que no sea leche materna o de fórmula. Es decir, papillas de cereales (en biberón o en plato), papillas de frutas, zumos, purés de verduras, carne, pescado, huevos, legumbres, yogures, etc. Los expertos en nutrición recomiendan no introducir la alimentación complementaria antes del cuarto ni después del sexto mes de vida del bebé. La principal razón para no introducir la alimentación complementaria antes de los 4 meses es que la leche materna y las fórmulas de inicio aportan, por sí solas, todos los nutrientes que el bebé necesita entre los 4 - 6 meses de vida. Sin embargo a partir de esta edad la alimentación exclusiva con leche (natural o de fórmula) es insuficiente para mantener un adecuado estado nutritivo y asegurar un crecimiento óptimo del bebé por lo que es necesario introducir la alimentación complementaria. Por otra parte, antes de la edad de 4-6 meses, existe una inmadurez del aparato digestivo y del riñón por lo que puede la introducción de determinados alimentos puede condicionar problemas digestivos, desarrollo de alergias, diarreas, etc. Además en los primeros meses de vida el lactante sólo es capaz de succionar y deglutir líquidos lo que dificulta la introducción de alimentos sólidos. Sin embargo, a partir de los seis meses el bebé aprender a masticar y a tragar alimentos, lo que permite una alimentación más variada. La introducción de los distintos componentes de la alimentación complementaria debe ser secuencial y progresiva, con intervalos de entre cinco días y una semana entre cada nuevo alimento y el siguiente, a fin de detectar en ese período posibles intolerancias o alergias y dar tiempo al niño a acostumbrarse a los nuevos sabores.

1.Calendario de introducción de los alimentos

4-6
meses
Cereales sin gluten. Empezar por una sola variedad.
6
meses
Verduras (patata, calabacín, zanahoria, puerro, acelga, judías verdes), de una
en una y, en el caso de las verduras verdes, retirándolas al principio antes de
triturar. Fruta (pera, manzana, plátano, naranja).
7-8
meses
Pollo, y después ternera (opcional).
10
meses
Yema de huevo (opcional: puede esperarse a los 12 meses). Pescado blanco
(opcional: puede esperarse a los 12 meses). Jugos de verduras crudas (tomate,
zanahoria), añadidos en el puré, guisantes. Cereales con gluten. Puedes añadir
aceite de oliva crudo en el puré.
12
meses
Yogures, quesos frescos o semicurados. Otras verduras: nabo, rábano,
remolacha, espinacas, cebolla, berros (excepto coles, repollo, coliflor, bróculi).
Legumbres trituradas con el pasapurés. Jamón de York. Otras frutas, excepto fresas, kiwis y melocotones. Puedes poner un poco de sal en sus comidas. Puedes endulzar los yogures con un poco de azúcar o miel.

Para ampliar la información sobre este temahttp://www.elbebe.com/index.php/es/alimentacion




No hay comentarios:

Publicar un comentario