viernes, 30 de abril de 2010
Alteraciones y trastornos almenticios frecuentes en la infancia
COLICOS IDIOPATICOS DEL 1ER TRIMESTRE
Suelen aparecer en el recién nacido poco despúes de volver de la clínica.
Es "un sufrimiento digestivo" que aparece despúes de la toma de alimento o durante la misma; el niño romperá a llorar de forma brusca, moviéndose y encogiendo las rodillas sobre su vientre.
Posibles causas:
- por parte del neonato, la tendencia a la hipertonicidad (sus tensiones internas quedan reflejadas en su cuerpo de este modo) en los músculos de su cuerpo (los del abdomen son uno de ellos).
- y, por parte, de la madre que se muestra excesiva y angustiosa al interpretar ese llanto del bebé como hambre, sobrecargando de ese modo su aparato digestivo y aumentando así las causas de la tensión.
Suele desaparecer al 3er mes, quizás porque el bebé encuentra otras vías de descarga a sus tensiones.
Puede encontrar alivio con el movimiento de mecerlo o acunarlo, con el contacto de la madre y con el chupete.
VOMITOS PSICOGENOS
Son aquellos vómitos que acompañan a reacciones emocionales intensas o a alguna conducta de oposición.
REGURGITACIÓN
Es característico de los lactantes y consiste en la expulsión de un poco de leche, generalmente después de las comidas; es como si la boca del estómago no se cerrase lo suficientemente bien. Generalmente desaparece con la maduración del sistema digestivo del bebé.
ANOREXIA NERVIOSA DEL 2º TRIMESTRE
Suele aparecer durante el 2º Semestre, frecuentemente entre los 5 y 8 meses. Puede aparecer bruscamente o de forma progresiva.
El niño muestra rechazo (actitud de oposición) o desinterés por la comida (deja que su madre "se la embuche").
Puede surgir como algo reactivo al cambio de alimentación, al destete que se suele iniciar sobre la edad indicada; ello acompañado de una actitud de acoso por parte de la madre, que se angustia al ver que el niño no come y aún se obsesiona más con el tema.
Entonces, para el niño, la comida deja de ser la simple ingesta de alimento para pasar a ser un episodio de angustia de la madre que traspasa al niño, la cual pierde la disponibilidad para ello y recurre a cualquier técnica (chantaje, amenaza,...) para lograr introducir en la boca del niño algo de comida.
No forzar el apetito del niño. Hacer una valoración de las actitudes y circunstancias que rodean a cada acto de comer para poder reorientar la situación, y tranquilizar a la madre.
PICA
Trastorno raro, consistente en ingerir sustancias que no son propiamente alimenticias: cabellos, tiza, hojas, insectos,...
Suele observarse en casos de retraso mental, o unido a cuadros de enfermedades mentales graves (esquizofrenia, autismo,...)
RUMIACION o MERICISMO
Trastorno raro o poco frecuente, que consiste en regurgitar el alimento ingerido, volviéndolo a masticar para volverlo a engullir. Suele aparecer durante el 1er año de vida.
Es un trastorno potencialmente grave.
Se hará necesario acudir a un especialista de la salud para establecer un diagnóstico diferencial entre alguna patología orgánica (hernia de hiato, infecciones del tracto intestinal,...) y algo mucho más de tipo psicológico.
http://www.psicologoinfantil.com/trasalimen.htm
Soy celiaco ¿que es eso?
Tiene una base genética y suele ser hereditaria por lo que si esta enfermedad es detectada en algún miembro de la familia se debe realizar análisis a toda la familia para descartar que otro miembro de la familia también la padezca y aún no se hagan evidentes los síntomas. En el caso de gemelos, si uno lo padece, el otro también lo padecerá
La enfermedad celíaca puede presentarse en cualquier momento de la vida, en caso de presentarse durante la infancia suele hacerlo entre los 6 a 24 meses de edad porque en ese momento es que los pequeños inician su consumo de harinas. Para el caso de pacientes que la sufren posteriormente suele deberse a la predisposición genética que tienen sumado a un desencadenante como un virus, elevado o continuo consumo de gluten, etc.
Los síntomas de la celíaca se presentan de diferentes formas dependiendo de cada uno, pero los síntomas más comunes son:
•El niño tiene una barriga grande
•Retrazo en el crecimiento (talla o peso)
•Sufre de diarrea prolongada
•Sufrir de estreñimiento
•Tiene pérdida de peso
•Puede incluir vómitos
•Puede estar irritable
El diagnóstico se obtiene mediante una prueba de laboratorio en la cual se analizan los anticuerpos antigliadina y antiendominisio, los mismos que serán analizados por un gastroenterólogo quien realizará una biopsia de intestino y tener un diagnóstico certero e indicar el tipo de dieta alimenticia que seguirá el pequeño. En caso que el niño haya tenga celíaca antes de los 2 años de edad, deben repetir la biopsia a los 6 años de edad para reconfirmar el diagnóstico anterior.
Las consecuencias de la celíaca están relacionadas a la falta de nutrientes en el organismo, lo que puede derivar en anemia, osteoporosis, infertilidad, problemas de tiroides, cáncer, etc.
El único tratamiento conocido es una dieta de por vida que no incluya trigo, cebada, centeno, avena y malta, de esta manera el intestino se regenerará y se solucionará el problema nutricional, pero debe eliminar los alimentos prohibidos de por vida.
http://www.webdelbebe.com/salud/ninos-celiacos.html
¡Mi niño no me come!
Algunas veces, nuestros hijos no comen tan bien como otras. Las mamás nos preocupamos por la falta de apetito, pero si aprendemos a reconocer algunas de sus razones estaremos más capacitadas para hacer frente a tales situaciones.
Hay niños que comen mejor y otros que son muy quisquillosos con la comida. El verdadero problema sale a la luz cuando nuestro hijo se niega por completo a comer, independientemente de si le gusta o no lo que le hemos preparado o del tiempo que hace que lleva sin ingerir alimento.
Cuando el niño está incubando algún resfrío o cualquier enfermedad, por lo general tiene poco apetito; en realidad, las escasas ganas de comer en un niño que habitualmente come bien es uno de los primeros síntomas de enfermedad. Lo primero que debemos hacer es asegurarnos que nuestro hijo no está enfermo: ponle el termómetro y fíjate si muestra algún síntoma fuera de lo normal: si se muestra indiferente o quejumbroso, se irrita fácilmente por pequeñas cosas o en general está actuando de un modo diferente de lo que acostumbra.
Si el pequeño está bien y aún así se rehusa a comer sin ninguna razón evidente, el panorama cambia. Las causas de la falta de apetito suelen ser muy variadas: la falta de ejercicio físico, de juego activo, la falta de sueño y descanso, el hecho de que coma irregularmente entre horas, alguna emoción como un susto o una alarma o algún incidente, el simple deseo de llamar la atención.
No pierdas la calma. Tienes que tener en claro que cuando el niño tenga hambre, comerá. Sé paciente y piensa que no sirve de nada enfadarse, pues si pierdes los estribos la comida acabará sentándole mal a todo el mundo y no habrás conseguido nada. No lo amenaces (“Si no comes, mamá se enfadará mucho”) ni lo sobornes (“Si comes todo, te compraré un helado”); tampoco es conveniente que le retires el plato dentro de un período que tú has fijado ni que le ruegues que coma. Y lo más importante: no le obligues a comer por la fuerza.
Recuerda: consulta con el médico siempre que tengas alguna duda.
http://www.bebesymas.com/nutricion-embarazo/mi-nino-no-me-come
miércoles, 28 de abril de 2010
La obesidad infantil
http://www.guiainfantil.com/salud/obesidad/prevencion.htm
Este vídeo nos muestra una campaña contra la obesidad infantil realizada en la provincia de Aragón, con algunas aclaraciones sobre el tema muy interesantes. ¿Crees que la campaña es útil? ¿Consideras que se deberían realizar campañas similares en otras provincia?
¿Crees que la campaña es útil? ¿Consideras que se deberían realizar campañas similares en otras provincia?
La alimentación a partir del primer año
La alimentación del niño va a evolucionar mucho durante sus primeros años de vida. Lo más importante es que su sistema digestivo va ha madurar lo suficiente como para aceptar una gran variedad de nuevos
alimentos. Además, ya va siendo capaz de masticarlos correctamente, por lo que podrás ir ofreciéndoselos a trocitos, para que los coma con el tenedor. Al cumplir dos años, la dieta será muy similar a la de los adultos. Recordad que el pediatra continúa siendo el mejor consejero en materia de alimentación.
El niño muestra a esta edad una gran curiosidad por probar los alimentos que encuentra en la mesa. Ya puede comer la mayoría de ellos, pero no todos. Por lo tanto, sigue siendo prudente: no le des ningún alimento nuevo sin el consejo del pediatra e introduce cada uno poco a poco.
Ya puedes darle legumbres, en muy poca cantidad (unos 30 g de peso en crudo) y siempre pasadas por el pasapurés, para eliminar el pellejo, más difícil de digerir. Una vez cumplidos los dos años podrás incorporarlas enteras, pero nunca para cenar o en grandes cantidades.
Pueden tomar verdura cruda (ensaladas, tomate, zanahoria rallada) y es bueno que se acostumbre a su sabor.
Aún debes evitar:
- los pescados azules (podrá tomarlos a partir de los dos años).
- nabo, remolacha, alcachofas, espinacas, y las verduras de la familia de la col (espera a que cumpla 18 meses).
- algunas frutas, como fresas, melocotón y kiwi (espera a los 2 años).
- embutidos (excepto el jamón cocido y el curado)
- alimentos fritos o rebozados (prepáralos a la plancha, al horno, al vapor, o hervidos)
Preferencias a la hora de comer
Los niños, como los adultos, ven el plato de comida y deciden a priori si les va a gustar o no. El éxito a la hora de introducir un nuevo alimento dependerá mucho de lo atractiva que sea su presentación. Si el niño lo rechaza (suprimir texto), es mejor esperar unos días y ofrecérselo más
adelante. Hay muchas maneras de preparar un plato bonito. Podemos alternar los colores de los alimentos, o agruparlos formando figuras.
Por otro lado, después del primer año el crecimiento del niño es más lento, por lo que es probable que observes una disminución de su apetito. El pediatra se encargará de valorar si esa "falta de hambre" es normal. Mientras tanto, no debes forzarle a comer. A esta edad les apetece meter las manos en el plato y comer con los dedos. Esta costumbre es positiva para su desarrollo, y por tanto debes permitírsela.
A partir del primer año es conveniente que el niño realice cuatro comidas diarias distribuidas en desayuno, comida, merienda y cena.
El desayuno
El desayuno es la primera comida después de varias horas de ayuno nocturno. Con él deben cubrirse aproximadamente el 30 por ciento de las necesidades nutricionales del día.
Un desayuno ideal puede constar de: una ración de leche; cereales, galletas, un bizcocho casero o tostadas con mantequilla, mermelada o miel; una pieza de fruta, o bien su zumo.
Al principio, puede continuar tomando el biberón con leche y cereales, pero a partir de los 20 ó 24 meses convienen sustituirlo por la taza y la cuchara.
Es importante variar el desayuno cada día, para que no le resulte monótono al niño. Si no hubiera tomado lo suficiente, puede complementarse ofreciéndole a media mañana el alimento que faltó a primera hora: por ejemplo, un pequeño bocadillo o unas galletas si no tomó éstos u otros equivalentes para desayunar, o bien una pieza de fruta si no la quiso antes.
La comida
Puede estar compuesta por dos platos o un plato único. Lo importante es que en la comida estén representados todos los grupos de alimentos:
cereales -pan, pasta, o arroz- o patatas, verduras, alimentos proteicos - carne, pollo, pescado, huevos, legumbres con arroz-, fruta o ensalada, y lácteos.
Un ejemplo de menú podría ser el siguiente:
- un primer plato de puré de patatas con verduras, un segundo a base de carne, pollo, pescado o huevo, una pieza de fruta y un yogur.
- o bien, un plato único a base de puré de verduras con legumbre y un poco de arroz, ensalada, y yogur o natillas.
La merienda
Después de varias horas sin comer, la merienda tiene que tener un aporte energético suficiente para que el niño continúe activo hasta la hora del baño, pero no debe ser tan copiosa como para que les quite las ganas de cenar. Muchos niños prefieren seguir con la papilla de frutas hasta cumplidos los dos años, pero otros prefieren comer una loncha de jamón york. Lo que sí
debemos evitar es abusar de dulces o productos preparados que aportan muchas calorías y pocos nutrientes. La merienda de tu hijo debería contener dos de los siguientes tres grupos
de alimentos:
- fruta;
- pan o cereales;
- lácteos.
Ejemplos de meriendas pueden ser: macedonia de frutas con yogur, rebanada de pan con loncha de queso, o jamón de york con pan y zumo de frutas natural.
La cena
Después del baño, la cena debe hacerse un rato antes de irse a la cama. El menú a esta hora será similar al de la comida, pero:
- ofreciéndole menos cantidad de alimentos;
- evitando los muy energéticos o de difícil digestión: un gran plato de macarrones, legumbres,…
- no repitiendo los que ha tomado al mediodía, exceptuando las verduras.
Los purés y las sopas son la mejor elección. Y antes de ir a dormir, puedes darle un vaso de leche o un yogur para completar su aporte diario de lácteos, que ha de estar entre 500 ml y 700 ml.
La presentación que se muestra a continuación profundiza en el tema que estamos tratando, explicando la importancia y el desarrollo de la alimentación en los primeros años de vida.
martes, 27 de abril de 2010
La alimentación hasta los 12 meses
Bebé de 0 a 5 meses
Ventajas de la lactancia materna
El mejor alimento que puede recibir el niño es la leche materna. Es el alimento más completo, se presenta siempre en las condiciones óptimas, le protegerá de infecciones yalergias y, además, es económicoTodos los pediatras del mundo durante todos los tiempos así como entidades tan prestigiosas como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o UNICEF promueven la lactancia natural en todos sus comunicados. La leche materna contiene los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas para cada etapa del bebé.
Después del nacimiento el pecho segrega el calostro, que es un líquido amarillento,translúcido con alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales. La organización Mundial de la Salud lo define como “Alimento natural al tiempo que medicina”. Es un líquido tan concentrado que es suficiente con una cantidad muy pequeña para cubrir las necesidades del recién nacido. Su bajo contenido en grasa facilita su digestión y cumple una función laxante que permite eliminar el meconio, las heces que se forman en el intestino del bebé durante la gestación. Pero su característica más importante es que tiene leucocitos y anticuerpos que protegerán al bebé de posibles infecciones intestinales y respiratorias hasta que esté formado su sistema inmunológico.Pasados tres o cuatro días aparece la leche de transición y después la leche madura que contiene los ingredientes necesarios y en las cantidades correctas para convertirse en la principal fuente de nutrientes durante los primeros 4 a 6 meses de vida del niño.
1.Es más fácil de digerir. Las proteínas presentes en la leche materna son fundamentalmente suero fácilmente digerible. Lo mismo ocurre con los hidratos de carbono (lactosa) y las grasas presentes en la misma.
2.La leche está siempre fresca y a temperatura adecuada. Si la madre está sana y cuida y limpia sus glándulas mamarias, el alimento llega al bebé sin posibilidad de que haya contaminación externa. Podemos decir que va del productor al consumidor directamente, estando disponible en cualquier momento y a cualquier hora.
3.La leche materna contiene anticuerpos que protegen al bebé. El calostro y la leche materna contienen anticuerpos que ayudan al bebé a luchar contra las enfermedades comunes de la infancia y a recuperarse de ellas mejor. De hecho, los bebés alimentados al pecho tienen menos otitis, diarreas y enfermedades alérgicas.La leche materna se adapta a los cambios de tu bebé.
El milagro de la leche materna es que cambia en función de las necesidades nutricionales del bebé. Desde el calostro (rico en proteínas, vitaminas y minerales) hasta leche con mayor contenido en grasas que favorece el crecimiento y la ganancia de peso, cuándo el bebé tiene más de 4 meses. Su composición también va variando ligeramente a lo largo de la toma. Al principio es ligera y al final más cremosa y grasa. lo que hace que el bebé al principio sacie su sed y al final su apetito. Por eso es importante que se vacíe el pecho totalmente antes de ponerle al otro.
La lactancia natural crea unos lazos especiales entre la madre y su bebé. Durante la lactancia, el bebé se encuentra muy cerca de la madre y es ese contacto físico el que le está satisfaciendo sus necesidades nutricionales. El lazo afectivo madre hijo tiene en este momento su máxima expresión. La lactancia materna no tienen coste alguno frente al gasto que supone la lactancia artificial.
4.La lactancia natural ayuda a la madre a recuperarse. La lactancia estimula las hormonas femeninas que actúan en la recuperación de los tejidos y de las funciones del organismo. Además, amamantar quema calorías lo que ayuda a recuperar el peso ideal. La lactancia materna no tienen coste alguno. Frente al gasto que supone la lactancia artificial.
La lactancia mixta
Después de unos meses de dar el pecho, hay madres que optan por una alimentaciónmixta. Muchas veces los condicionantes sociales como el trabajo, obligan a recurrir al biberón en alguna de las tomas diarias.
Tu bebé puede recibir los beneficios de la lactancia maternal a pesar de que tengas que trabajar. La lactancia mixta es mejor que sólo dar el biberón, y en la mayoría de los casos puedes mantener las tomas de la noche y de la mañana.
Hay que tener en cuenta que mantener una lactancia mixta no siempre es fácil porque al bajar la succión, suele bajar la producción de leche y, en ocasiones, desaparece. Para evitarlo conviene extraer la leche de las tomas que son sustituidas por el biberón. En la sección de lactancia con leches de fórmula te indicamos las pautas a seguir en la elección de la leche de fórmula y la preparación y cuidados del biberón.
1.Composición de la leche materna. Es el alimento más completo que puede tomar un bebé, porque su composición se va adaptando a las necesidades de cada etapa y además incorpora anticuerpos que inmunizan al bebé de las enfermedades. Se compone de los siguientes elementos:
Proteínas, de las cuales 60% es suero y 40% es caseína.
Grasas, mayoritariamente ácidos grasos esenciales necesarios para el
funcionamiento correcto del organismo.
Hidratos de carbono, en forma de lactosa, glucosa y galactosa.
Sales minerales; calcio, fósforo, sodio, magnesio, potasio y hierro.
Vitaminas; la leche materna contiene todas las necesarias para el bebé.
La alimentación con biberón
La leche materna cubre todas las necesidades de alimentación durante los primeros seis meses. La Organización Mundial de la Salud afirma que la lactancia materna es el mejor alimento que puedes dar. De hecho, muchas de las sustancias presentes en la leche materna no han podido reproducirse en el laboratorio, entre ellas, los anticuerpos, las defensas de nuestro organismo. Pero por diferentes motivos, algunas mujeres tienen que alimentar a sus hijos con biberón desde el nacimiento. El pediatra recomendará las leches de inicio y resolverá todas tus dudas sobre la lactancia artificial. Gracias a los avances en la tecnología, las leches de inicio son una opción con todas las garantías para alimentar perfectamente a tu bebé. La investigación y desarrollo de estos productos, así como los laboratorios que los fabrican, tiene una dilatada experiencia.
1.La esterilización del biberón. Las infecciones en los bebés siguen siendo uno de los problemas de salud más frecuentes. La mayoría se deben a gérmenes que invaden la mucosa digestiva. Por ello, la higiene de los alimentos y la esterilización de todo lo que está en contacto con el bebé es fundamental para reducir al máximo el riesgo de infección. Antes de proceder a esterilizar, hay que lavar bien los biberones y las tetinas. Utiliza jabón lavavajillas y, para llegar bien al fondo del biberón, ayúdate de una escobilla especial. Es muy importante que no queden restos de leche en las tetinas, por lo que te recomendamos que las des la vuelta. El mismo cuidado has de tener con los chupetes. Conviene esterilizarlos al menos una vez al día y no dárselos al bebé si se han caído al suelo. Disponemos de varias formas para esterilizar los biberones y las tetinas:
Hervido
Colocar todos los biberones y accesorios en un cazo cubiertos de agua y hervir durante diez minutos, escurrirlos y mantenerlos tapados hasta su uso.
Método frío
Estos sistemas están especialmente diseñados para la comodidad de la madre. Consisten en un recipiente, donde se puede esterilizar todo el equipo de una sola vez, con agua a la que se añade un desinfectante en pastillas o en líquido.
Microondas
Los esterilizadores para el horno microondas permiten introducir todos los elementos juntos, con agua y en unos minutos se esteriliza todo el material.
Vapor
Son aparatos eléctricos que funcionan con vapor de agua. Los hay de varios tamaños y
formas y también pueden incluir en ellos todos los elementos.
2.¿Cuántos biberones debe tomar?. Los bebés alimentados con biberón suelen hacer menos tomas que los niños alimentados al pecho. La razón se encuentra en que las leches de inicio tienen más proteínas y calorías que la leche materna y, por tanto, los sacia más. Además, necesitan más tiempo para digerirla, por lo que las tomas se espaciarán en el tiempo. De nuevo, olvídate del reloj. Es posible que coma cada cuatro horas en vez de cada tres.
No le obligues a tomarse todo el biberón si lo rechaza y, si por el contrario, crees que se queda con hambre, consúltalo con tu pediatra. Posiblemente, ajustará las dosis. Un recién nacido tomará a los 5 o 6 días de vida aproximadamente 60 mililitros en cada toma, haciendo unas seis tomas al día cada cuatro horas. Cuando el bebé vaya creciendo se reducirán el número de tomas pero aumentará la cantidad.
Alimentando al bebé con biberón suele ser más sencillo que las tomas se espacien por la noche. Sin casi darte cuenta, pronto dormirá 6 u 8 horas seguidas. Esto es bueno para él, su sistema digestivo descansa y se produce una optima absorción de los alimentos. Y bueno para ti, pues descansarás y te recuperarás antes.
3.La alergia a la leche. Las alergias son cada vez más frecuentes y se producen cuándo el organismo reacciona exageradamente y de una forma anómala ante la presencia de determinadas sustancias como los ácaros, el polen, etc.
Las proteínas de leche de vaca son también sustancias alergénicas que pueden producir reacciones en el recién nacido. Las causas son desconocidas, pero se sabe que los antecedentes familiares tienen una influencia notable en su predisposición a la alergia. La debilidad del organismo del bebé le hace especialmente vulnerable ante la sustancia extraña capaz de provocar sensibilización, que más tarde puede dar lugar a la reacción alérgica. Si un bebé tiene predisposición alérgica conviene que se alimente el mayor tiempo posible con lactancia natural, pero si alguna razón lo impidiera, se recomienda utilizar leches de inicio con fórmula hipoalergénica (HA) u otro tipo de preparados especiales. En cualquier caso, será el pediatra quien recomendará el tipo de leche más adecuada.
Leches de inicio
Las leches de inicio (identificadas con el número 1) se elaboran a partir de leche de vaca, cuya formulación se modifica para adaptarla a las necesidades del lactante desde el nacimiento hasta los 5-6 meses de vida. La relación suero/caseína se iguala a la de la leche materna 60/40, además están enriquecidas con hierro. Su composición está estrictamente controlada y debe cumplir unos requisitos muy exigentes reflejados en directrices de la Comunidad Europea y normas del Ministerio de Sanidad.Existen una gran variedad de marcas y variedades de leches para lactantes, disponiblesen la farmacia o en los establecimientos de alimentación, que se presentan en polvo(normalmente en latas o en paquetes) o líquidas en Tetra Brik. Antes de decidirse por alguna, es necesario consultar siempre con el pediatra, quien te recomendará la fórmula más adecuada.
1.Cómo preparar el biberón. Una vez limpios los biberones y las tetinas, puedes preparar el biberón siguiendo estospasos. No olvides lavarte bien las manos antes de comenzar.
1- Ten preparada el agua hervida. Deja que hierva poco tiempo, nunca más de 10
minutos, y deja que se enfríe.
2- Vierte en el biberón la cantidad necesaria recomendada por el pediatra. Ni más -
podrías aguar el biberón-, ni menos pues concentraciones demasiado elevadas de leche
podrían provocar trastornos gastrointestinales. Si quieres, puedes preparar el agua para varios biberones y ponerlos en la nevera hasta la hora de la toma.
3- Añade la leche que te haya recomendado el pediatra para esa cantidad de agua
utilizando los cacitos que vienen en el bote, nunca los de otro. Debes rasar la cuchara (con otra o con el borde de la lata) y nunca comprimas la cantidad, pues estarías falseando ésta. No añadas una cantidad excesiva de leche en polvo al agua. Los biberones con exceso de polvo dan lugar a una leche hiperconcentrada que puede producir deshidrataciones hipertónicas graves. Siempre debes dar el biberón a una concentración del 13 por ciento.
4- Cierra el biberón con la tetina y la tapa y agítalo bien. Comprueba la temperatura de la leche vertiendo unas pocas gotas en la muñeca. No debes notar calor ni frío.
2.Tipos de leche de inicio. Las reglamentaciones europeas y los continuos avances científicos en el área de la nutrición han permitido que se puedan elaborar leches de inicio que imitan la composición de la leche materna. Todas las leches de inicio tienen cualidades incuestionables:
calidad rigurosamente comprobada composición constante perfecta digestibilidad. Los fabricantes de leches de inicio ponen a disposición de los pediatras una amplia gama de marcas y variedades para satisfacer las necesidades particulares de cada bebé. A continuación te describimos algunos tipos de leches de inicio:
Leches de inicio
Son las leches indicadas para los lactantes sanos e imitan la composición de la leche materna, tanto en sus aspectos cualitativos como cuantitativos. Son alimentos completos y equilibrados que responden a las necesidades nutritivas del recién nacido durante los primeros meses de vida
Leches de inicio hipoalergénicas (HA)
Son preparados cuyas proteínas han sido sometidas a un tratamiento especial para reducir su alergenicidad, y están indicadas en los casos en que se ha observado algún tipo de intolerancia o reacción alérgica..
Leches de Inicio antiregurgitación (AR)
Se trata de preparados indicados para los bebés con regurgitaciones. En su composición se ha añadido un ingrediente (normalmente almidón o harina de garrofin) para que espesen y sea más difícil la regurgitación
Leches con proteínas de soja
Indicadas en casos de intolerancia o alergia a las proteínas de la leche de vaca.
Leches sin lactosa
Indicadas en casos de intolerancia o alergia a la lactosa.
Leches para prematuros o bebés de bajo peso
Con una composición adaptada a estos problemas
3.Cómo dar el biberón. Lo importante es que tanto la madre como el bebé estéis cómodos y relajados. Los estados de ansiedad y nerviosismo no son buenos. Hay que procurar relajarse y buscar un ambiente tranquilo y silencioso. Aunque no le estés dando de mamar y el contacto no sea tan directo, debes abrazar al bebé, hablarle mientras come, mimarle. Este contacto íntimo será imprescindible para su desarrollo:
Colocar el bebé en posición semitumbado, procurando que su cabeza repose en el doblez del codo y la espalda en tu antebrazo. No empujes la tetina del biberón, deja que él solo se acerque a la tetina. Si le caricias suavemente la carita, el reflejo de succión le hará volverse y buscarla. Inclina suavemente el biberón de manera que no le falte nunca leche, así impedirás que le entre aire. Pero no le tumbes demasiado para evitar que se atragante. Gira de vez en cuando el biberón o retirarle la tetina de la boca, para que no se peguen los lados de la tetina e impidan que fluya la leche. Si no se adapta a una tetina, no conviene que abras por tu cuenta. Es preferible que compres otra que le vaya mejor.
4.Los vómitos. Los bebés suelen vomitar la leche por dos razones: porque toman exceso de alimento y expulsan lo que les sobra o porque tienen algún problema digestivo. La diferencia se encuentra en la cantidad de vómito. Si se trata de una cantidad abundante y lo hace varias veces, debes consultar al pediatra ya que puede tratarse de algún problema digestivo. Si sólo vomita una cantidad pequeña, el pediatra puede recomendar un cambio de leche (una más espesa que evite las regurgitaciones) o que le mantengas incorporado y quieto durante unos minutos después de cada toma.
Bebé de 5 a 12 meses
cambios en la alimentación
La alimentación de tu bebé ahora que ya se va haciendo mayorcito y va superando las distintas etapas de su crecimiento, se va a convertir en una de las principales áreas de tu atención.
La leche es todavía el alimento principal en su dieta, pero deja de ser suficiente para cubrir sus necesidades nutritivas. Por esta razón se introducen poco a poco otros alimentos. En esta etapa debes seguir confiando a tu pediatra todo lo relativo a la alimentación de tu bebé. Él te dirá cuándo y cómo tienes que introducir cada alimento y las tomas diarias que debes darle. Recuerda que la leche materna continúa siendo, también a esta edad, el mejor alimento que le puedes dar, ya que su composición se adapta a las necesidades nutricionales según va creciendo.
1.Los cereales. Las papillas de cereales son una mezcla de harinas procedentes de granos de cereales (arroz, maíz, trigo, centeno, cebada, avena), raíces (tapioca) y semillas (soja) que han sido sometidos a un proceso de hidrólisis para facilitar su digestión. Son ricos en hidratos de carbono, proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales. Los preparados comerciales están además enriquecidos con vitaminas y minerales. Pueden introducirse a partir del cuarto mes, siguiendo las indicaciones del pediatra, que te recomendará comenzar con una harina sin gluten.
2.Cómo se preparan las papillas de cereales
En biberón
Prepara un biberón de leche como lo haces habitualmente y cuando esté caliente, añade las cucharadas de papilla de cereales que te haya indicado tu pediatra y agítalo bien. Revisa la tetina y comprueba que el agujero es el adecuado al espesor de la papilla, para evitar que se obture. Recuerda que has de probar la temperatura en el reverso de tu muñeca antes de darle el biberón.
En plato
Prepara la leche que habitualmente le des a tu bebé y añade lentamente la dosis de papilla mientras bates la mezcla con un tenedor, removiendo hasta conseguir el espesor adecuado y cuidando de que no se formen grumos. Las papillas de cereales líquidas en tetra-brick son productos listos para dar al bebé y resultan cómodas, fáciles de transportar y especialmente útiles para viajes o desplazamientos cortos fuera del domicilio.
3.Tipos de papillas
Cereales sin gluten
Están elaboradas con cereales que no contienen gluten. Pueden introducirse en la dieta del lactante después del 4º mes. Existen variedades que incorporan además, frutas deshidratadas o aroma de frutas.
Cereales con gluten
Se recomienda introducirlas en la dieta del bebé a partir del 9º mes. (texto suprimido)Existen muchas variedades en función del número de cereales que incluyan en su composición y los enriquecimientos o sabores que incorporen. Así, se pueden encontrar variedades como 8 cereales con miel, cereales y frutas, cereales con cacao, etc.
Con efecto bífidus
Son papillas de cereales con o sin gluten, a las que se han incorporado fructooligosacáridos, que son azúcares de origen vegetal que favorecen el desarrollo de bacterias beneficiosas para el equilibrio de la flora intestinal.Los fructo-oligosacáridos actúan además como reguladores del tránsito intestinal, y son de gran utilidad tanto en casos de diarrea como de estreñimiento.
Verduras
Están constituidas por azúcares (aunque en menor proporción que en las frutas), agua,fibra, minerales (sobre todo magnesio y potasio), vitaminas, principalmente del grupo B, y un pequeño porcentaje de proteínas y lípidos. Pueden introducirse a partir de los seis meses, bien cocidas y trituradas.
1.Consejos para preparar el puré de verduras. No es aconsejable ofrecer mucha variedad de verduras durante el primer año. Es suficiente con que pruebe, progresivamente, patata, calabacín, zanahoria, puerro, acelga y judía verde. En el caso de estas dos últimas, se empieza ofreciendo primero el caldo, y más tarde se trituran junto con el resto de ingredientes. El nabo, la remolacha, el rábano y las espinacas son verduras ricas en nitritos que no deben ofrecerse hasta después del año, cuando el bebé es más capaz de metabolizar dichas sustancias. Tampoco deben darse las más flatulentas e indigestas: col, bróculi o coliflor. Al principio deberás triturar muy bien el puré, para que quede fino y pueda tragarlo sin dificultad. Recuerda que los bebés de esta edad no mastican los alimentos, sino que los tragan directamente, subiendo la lengua hasta el paladar superior y presionando el alimento hacia dentro. En torno a los siete meses puedes espesar el puré y sustituir la batidora por el pasapurés, para que se vaya acostumbrando a masticar.
El huevo
Es un alimento muy completo, constituido fudamentalmente por agua, proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos esenciales, vitaminas y hierro. Poseen gran capacidad alergénica, especialmente la clara, por lo que se aconseja introducir inicialmente la yema cocida a partir del noveno mes (en los niños con antecedentes familiares de alergia, a partir del año), y retrasar la administración de la clara hasta los 12 meses de edad. Se deben administrar cocidos para facilitar su digestión, disminuir el poder alergizante y reducir el riesgo de contaminación, ya que es un medio de cultivo para virus y bacterias.
La leche de continuación
La leche de continuación se puede introducir a partir del quinto-sexto mes. El pediatra te recomendará que tipo de leche de continuación debes utilizar y no debes cambiarla sin consultar antes con él.
Pescado
Su contenido en nutrientes es similar al de la carne. El pescado está compuesto por proteínas de alto valor biológico, lípidos y pequeñas cantidades de vitaminas y minerales -sobre todo fósforo-. Según su contenido graso se clasifica en graso o azul -con alto contenido en grasa- y magro o blanco -bajo en grasa-. Lo característico es que posee ácidos grasos esenciales (omega 3) que ayudan a reducir el colesterol sanguíneo y previenen las enfermedades coronarias. El pescado se introduce a partir del noveno mes y a partir del año en caso de antecedentes familiares de alergia, pues se trata de un alimento potencialmente alergénico. Antes de esa edad no se debe dar al niño porque, además, puede contener sustancias potencialmente tóxicas, como el mercurio y el ácido bórico. Se comienza ofreciéndolo hervido y triturado junto con las verduras del puré del mediodía. Una vez que se comprueba que el niño lo tolera bien, puede darse para cenar, hervido y chafado con el tenedor junto a una patata cocida. Debes empezar por los pescados blancos, que al ser menos grasos se digieren mejor:
merluza, pescadilla, lenguado o gallo. Retira bien la piel y las espinas antes de
ofrecérselo al niño. Los pescados azules pueden darse a partir de los 2 años.
Cómo enseñar a comer
Puedes ayudar a tu bebé desde pequeño a aprender a comer adecuadamente siguiendoestas sencillas reglas:
Dar una dieta variada.
No intentar dar mucha comida, es mejor que coma pequeñas cantidades varias veces al día.
Procurar seguir una disciplina de horarios y evita el picoteo entre horas.
Prescindir del azúcar, la sal, las especias y los alimentos grasientos.
Retrasar al máximo la introducción de golosinas, snacks como patatas fritas, bollería y pastelería porque aportan muchas calorías en forma de grasas sobre todo saturadas.
Carne
Aporta proteínas de alto valor biológico, minerales (especialmente hierro) y (t. s.) vitaminas del complejo B y ácidos grasos saturados. Se añaden a los purés después de la edad de seis meses de forma gradual. Se comienza con una cantidad pequeña -10-15 g/día-, que se aumenta progresivamente hasta dar 25-30 g/día al año de edad. Al principio se cuece y tritura junto con las verduras, y alrededor del año, cuando el bebé va aprendiendo a masticar, se corta con unas tijeras en pequeños trozos. Se recomienda comenzar con el pollo porque produce menos reacciones alérgicas y es más fácil de triturar, y posteriormente se introducen la ternera, vaca y cordero.
Las vísceras como el hígado destacan por su gran valor nutritivo -proteínas, vtaminas del complejo B, vitamina A y hierro-. Sin embargo no deben administrarse, porque en ellas quedan los restos de tóxicos y hormonas procedentes de la alimentación fraudulenta de los animales. Los sesos no son aconsejables por su alto contenido en grasas; además, su valor nutritivo es muy inferior al de la carne.
En cuanto al jamón de York, si es de buena calidad procede de la parte menos grasa del cerdo, por lo que su valor nutritivo, siempre que que no se hayan añadido otros
ingredientes -principalmente féculas, grasas y otras partes del cerdo en los de calidades bajas- es similar al de la carne de donde procede. Se puede dar a partir del año.
La introducción de los alimentos
El término alimentación complementaria se emplea para definir todo lo que el bebé puede tomar en su dieta que no sea leche materna o de fórmula. Es decir, papillas de cereales (en biberón o en plato), papillas de frutas, zumos, purés de verduras, carne, pescado, huevos, legumbres, yogures, etc. Los expertos en nutrición recomiendan no introducir la alimentación complementaria antes del cuarto ni después del sexto mes de vida del bebé. La principal razón para no introducir la alimentación complementaria antes de los 4 meses es que la leche materna y las fórmulas de inicio aportan, por sí solas, todos los nutrientes que el bebé necesita entre los 4 - 6 meses de vida. Sin embargo a partir de esta edad la alimentación exclusiva con leche (natural o de fórmula) es insuficiente para mantener un adecuado estado nutritivo y asegurar un crecimiento óptimo del bebé por lo que es necesario introducir la alimentación complementaria. Por otra parte, antes de la edad de 4-6 meses, existe una inmadurez del aparato digestivo y del riñón por lo que puede la introducción de determinados alimentos puede condicionar problemas digestivos, desarrollo de alergias, diarreas, etc. Además en los primeros meses de vida el lactante sólo es capaz de succionar y deglutir líquidos lo que dificulta la introducción de alimentos sólidos. Sin embargo, a partir de los seis meses el bebé aprender a masticar y a tragar alimentos, lo que permite una alimentación más variada. La introducción de los distintos componentes de la alimentación complementaria debe ser secuencial y progresiva, con intervalos de entre cinco días y una semana entre cada nuevo alimento y el siguiente, a fin de detectar en ese período posibles intolerancias o alergias y dar tiempo al niño a acostumbrarse a los nuevos sabores.
1.Calendario de introducción de los alimentos
4-6
meses Cereales sin gluten. Empezar por una sola variedad.
6
meses Verduras (patata, calabacín, zanahoria, puerro, acelga, judías verdes), de una
en una y, en el caso de las verduras verdes, retirándolas al principio antes de
triturar. Fruta (pera, manzana, plátano, naranja).
7-8
meses Pollo, y después ternera (opcional).
10
meses Yema de huevo (opcional: puede esperarse a los 12 meses). Pescado blanco
(opcional: puede esperarse a los 12 meses). Jugos de verduras crudas (tomate,
zanahoria), añadidos en el puré, guisantes. Cereales con gluten. Puedes añadir
aceite de oliva crudo en el puré.
12
meses Yogures, quesos frescos o semicurados. Otras verduras: nabo, rábano,
remolacha, espinacas, cebolla, berros (excepto coles, repollo, coliflor, bróculi).
Legumbres trituradas con el pasapurés. Jamón de York. Otras frutas, excepto fresas, kiwis y melocotones. Puedes poner un poco de sal en sus comidas. Puedes endulzar los yogures con un poco de azúcar o miel.
Para ampliar la información sobre este temahttp://www.elbebe.com/index.php/es/alimentacion
Un bocadillo muy divertido
Esta receta es muy divertida y fácil de realizar para una cena rápida. Eso sí, pedirle que os ayude y veréis su carita cuando este divertido sandwich vaya tomando forma. Aquí os dejamos el paso a paso..
Ingredientes:
Pan especial para hamburguesa o cualquier pan de bocadillo redondo
Jamón de York
Queso
Queso de untar
Tomate cherry
Calabacín
Aceitunas
Mayonesa, ketchup o mostaza
Preparación:
Separa el pan en dos mitades y úntalas con lo que tu hijo prefiera, puede ser mayonesa, ketchup, mostaza o, como hicimos nosotros, queso de untar.
Introduce un par de lonchas de jamón York, y una de ellas dóblala para que tenga la forma de una lengua. Déjala ligeramente fuera del pan…
Le toca el turno a los ojos. Los vamos a hacer con calabacín, aunque también quedarían bien con un par de rodajitas de huevo cocido. Para pegarlos utilizaremos queso de untar.
Para que quede más realista le añadimos dos trocitos de aceituna. Si quieres que quede más gracioso, ponerle cada ojo mirando a un sitio…
También le añadiremos los dientes con dos cuadraditos de queso.
La nariz puede ser medio tomate cherry. Recordar que se quedan muy bien pegados con el queso de untar.
Ya casi lo tenemos… Ahora le toca darle un toque aún más loco añadiéndole el pelo, que podéis hacerlo con barritas de zanahoria o con tiritas de pimiento. Clávalas en el pan y… ya tenéis un bocadillo de lo más simpático!
http://www.pequerecetas.com/cocinar-con-ninos/recetas-de-ninos-un-bocadillo-muy-divertido-paso-a-paso/
Cómo preparar unas ricas gominolas
Las golosinas o chucherías para los niños tienen algo irresistible... Por más que los padres intentemos retardar lo más posible que nuestros hijos las prueben por primera vez cogiendo extraños caminos para no pasar por delante de la tienda donde se venden, es inevitable, al final siempre hay algún amiguito que introduce a nuestro retoño en ese mágico mundo...
Y no es que pase nada porque de vez en cuando nuestro hijo coma alguna golosina, pero debería ser muy de vez en cuando, porque todo lo que ofrecen estos manjares infantiles (hay que reconocer que están buenas), son calorías vacías y futuros problemas de obesidad y visitas al dentista.
Pero hay un dicho bastante inteligente que dice, "si no puedes a tu enemigo, únete a él"... Por eso hoy os vamos a enseñar a realizar gominolas caseras, mucho más sanas, ya que están hechas con gelatina y azúcar, sin conservantes y con el valor añadido de que las podéis preparar con vuestro hijo y él las apreciará doblemente.
Las que preparamos ayer mi hijo y yo para enseñaros el paso a paso las ha llevado muy orgulloso al cole para enseñárselas a su profesora y ofrecérselas a sus amiguitos. Por eso siempre os digo que insistáis para que vuestros hijos os ayuden con la comida. Estáis consiguiendo mucho más de lo que podáis pensar...
Ingredientes:
- 2 sobres de gelatina neutra
- 1 sobre de gelatina con sabor
- 2 veces la medida de la gelatina con sabor de agua (aproximadamente 2 tazas pequeñas)
- 3 veces la medida de la gelatina con sabor de azúcar (aprox. 3 tazas pequeñas de azúcar)
- Azúcar granulado para rebozar las gominolas
Preparación:
La primera parte os corresponde a vosotros ya que es necesario utilizar el fuego. Introducir todos los ingredientes en un cazo y calentar a fuego suave removiendo constantemente sin que llegue a hervir.
Mojar con agua fría un molde rectangular y verter la gelatina. También podéis utilizar moldes para cubitos de hielo con diferentes formas. Se aconseja los de plástico blando porque luego será más fácil desmoldarla. .
Introducir en la nevera y dejar que se enfríe. Cuando veáis que ha cogido la consistencia adecuada, es el momento de sacarla. Aquí entran en acción los niños.
Aquí podéis ver qué forma tan bonita cogió la que introdujimos en los moldes para cubitos de hielo con forma de corazón... .
Y ahora llega la parte más divertida que es rebozarlas con azúcar. Otra cosa que gustará a los niños es cortar con diferentes formas la que vertimos en la plancha rectangular, con cortadores de galletas formas distintas.
http://www.guiainfantil.com/1286/cocinando-con-ninos-gominolas-caseras.html
miércoles, 21 de abril de 2010
Despierta las habilidades de tu hijo para cocinar
Cuando cocines con los niños, no te olvides de seguir algunos consejos para que ellos saboreen las recetas tradicionales y se diviertan cocinando con mamá o papá:
1- Elija recetas fáciles y sencillas de preparar. Hoy en día no faltan alternativas en este sentido. Se puede encontrar fácilmente revistas y libros con recetas adecuadas para los más pequeños. Las recetas muy elaboradas pueden aburrir y desanimar a los pequeños. En "Cocinando con niños" tenemos algunas cuantas recetas especialmente indicadas para los niños.
2- Invita a tu hijo a hacer las compras. Es importante involucrar a los pequeños en todo, desde a hacer la lista de compras hasta ayudar en la preparación de las recetas. Es importante que en el supermercado, permita a que los niños toquen, sientan y prueban las frutas y verduras para que aprendan a qué saben. En algunos supermercados existen algunas muestras de productos. Aproveche para dejar que los niños las prueben.
3- Deja que los niños estén en la cocina. Para muchos adultos, la simple idea de compartir la cocina con los pequeños ayudantes es causa de ansiedad. Cuando llegan a la cocina, lo primero que hacen es sacar a los niños de allí, como se fuera el lugar más peligroso de la casa. Suelen mandarlos a jugar o a ver la tele. Los niños pueden estar en cocina, desde cuando estén con algún adulto que les vigilen discretamente.
4- Especifique las tareas de tu hijo, antes de empezar a preparar una receta. Cada persona debe tener una responsabilidad. Deja que tu hijo haga las tareas que no presenten ningún riesgo para él. Ejemplo: Mezclar, remover, batir, decorar, batir las claras, poner la leche, echar el tomate, rebozar la carne, etc.
5- Enseña al niño a comer sano. Si le enseña a comer comida sana y casera desde que él es pequeño, él mantendrá el hábito cuando sea mayor. Explícale que contiene cada ingrediente y por qué cada uno es importante en la receta.
6- Nunca digas "NO" a tu hijo. Déjale que pruebe, que toque, que se manche, y que huela a distintos y variados sabores. No tengas miedo de dejar que tu hijo rompa un huevo, por ejemplo, y tampoco que él derrame o se manche con la harina o con la leche. Supervise su trabajo, pero no le exijas demasiado. La práctica le enseñará a ser más cuidadoso.
7- Cuando tu futuro cocinero desee preparar una receta solo, no le desanimes. Déjelo que tome el mando con una receta que puede hacer él mismo.
Recuerda que los padres son los mejores maestros de sus hijos. Enseñar a los hijos cómo hacer algo toma tiempo, pero vale la pena cuando veas el orgullo y la habilidad que ellos adquirieron. Con lo que aprenden en la cocina, los niños también aprenderán a planificar, a decidir, a valorar, a medir y pesar (una habilidad matemática), a tener responsabilidad, a dar más valor a la seguridad y a la limpieza, y al mismo tiempo, a compartir una actividad con su familia.
Fuente consultada:
- El libro "Los barrios family cookbook", de Diana Barrios Treviño.
http://www.guiainfantil.com/1285/consejos-para-que-los-ninos-se-diviertan-en-la-cocina.html